Comprendiendo los beneficios de los superalimentos
Hay un interés creciente en la nutrición y la importancia de consumir alimentos ricos en nutrientes que pueden proporcionar beneficios para la salud, como los superalimentos.
No existe una definición precisa de superalimento; es un término comercial acuñado para identificar alimentos con características nutricionales significativas y principalmente sirve para propósitos de marketing.
Sin embargo, es cada vez más evidente cómo una dieta saludable y equilibrada puede impactar positivamente en la salud del cuerpo.
Entonces, ¿por qué no incorporar "superalimentos" ricos en nutrientes en tu dieta para contribuir al funcionamiento normal del cuerpo? Vamos a explorar en detalle qué son y qué alimentos entran en esta categoría.
¿Qué son los superalimentos?
Aunque no existe una definición científica, muchos han intentado darle significado a este término.
A menudo asociados con alimentos funcionales o nutracéuticos (una combinación de nutrición y farmacéutica), se entiende que los superalimentos son alimentos de origen vegetal con características nutricionales significativas y mínimamente procesados, preferiblemente crudos y orgánicos.
Se pueden dividir en varias categorías:
Superfruit: frutas.
Supergrain: granos y cereales.
Superfood: alimentos que no encajan en las categorías anteriores.
El interés creciente en estos tipos de alimentos proviene del hecho de que los alimentos convencionales parecen cada vez más pobres en nutrientes.
Por esta razón, los superalimentos pueden ayudar a compensar estas deficiencias.
Se cree que proporcionan nutrientes esenciales e influyen positivamente en las funciones fisiológicas de nuestro cuerpo, para mantener y mejorar la salud y, en algunos casos, incluso prevenir la aparición de ciertas enfermedades.
¿Qué hace que estos alimentos sean "súper"?
Las propiedades nutricionales elevadas son la característica principal de los superalimentos, en particular la presencia de micronutrientes, como vitaminas, minerales y especialmente antioxidantes.
Los antioxidantes son moléculas que ayudan a reducir la cantidad de radicales libres dañinos en el cuerpo.
Por lo tanto, un alimento con propiedades antioxidantes podría ayudar a prevenir la aparición de ciertas enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo.
En 1991, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) desarrollaron una herramienta para medir el poder antioxidante de los alimentos, llamada ORAC (Capacidad de Absorbencia de Radicales de Oxígeno).
Con respecto al contenido de nutrientes, es esencial referirse a la declaración nutricional del alimento. Según la cantidad de micronutrientes, como vitaminas y minerales presentes, ese alimento puede presumir de ciertas características específicas.
En conclusión, no es el alimento en sí el que es "súper", sino lo que está presente en su interior lo que lo hace así.
La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) es el organismo encargado de garantizar que las afirmaciones sobre el etiquetado de alimentos y la publicidad relacionada con la nutrición y la salud sean significativas y precisas, ayudando a los consumidores a tomar decisiones informadas.
Por esta razón, se estableció el Reglamento (CE) n. 1924/2006, que contiene todas las normas sobre las declaraciones nutricionales y de salud.
El objetivo de estas normas es garantizar que cualquier indicación en el etiquetado, presentación o publicidad de un alimento en la Unión Europea sea clara, precisa y basada en evidencia científica.
¿Qué alimentos se consideran superalimentos?
Dado que no existe una definición específica del término, tampoco existe una lista precisa de estos alimentos.
Vamos a ver en detalle algunos alimentos que, debido a sus características intrínsecas, pueden considerarse superalimentos:
Vegetales como brócoli, col rizada y espinacas.
Frutas con gran poder antioxidante como arándanos, granada, bayas de açaí y bayas de goji.
Cacao, rico en flavonoides.
Tubérculos como remolachas o maca, que produce un polvo con acción tónico-adaptógena y supuestas propiedades afrodisíacas.
Algas como espirulina o moringa, con un alto contenido de micronutrientes.
Té verde, como Matcha, Gyokuro o Sencha, que contiene una gran cantidad de catequinas.
Coco, especialmente agua de coco o aceite derivado de su pulpa.
Productos de abejas, especialmente miel de Manuka con significativa acción antimicrobiana.
Semillas como las de chía o cáñamo.
Raíces como el jengibre y la cúrcuma.
Hierba de trigo o hierba de cebada.
Cereales como avena o quinua, que contienen importantes minerales y un buen contenido de proteínas.
Esta lista se actualiza constantemente y puede incluir nuevos alimentos en relación con su contenido de nutrientes.
Los superalimentos no deben verse como alimentos "milagrosos" o una panacea, sino más bien como una ayuda valiosa para integrar nutrientes valiosos en tu dieta, que siempre debe estar asociada con un estilo de vida saludable y actividad física regular.
Existen diferentes tipos de regímenes alimentarios, como la dieta mediterránea, la dieta basada en plantas o la dieta vegana. Pero la solución para una dieta saludable es casi siempre la misma: muchas verduras y frutas, una dieta variada, cantidades moderadas y, por qué no, incluso el superalimento que más te guste!
0 comentarios