Ikigai: il metodo giapponese per trovare il senso della vita

Comprendiendo el Ikigai: Una filosofía japonesa para una vida plena

Ikigai en japonés significa literalmente "una razón para levantarse por la mañana".

Podríamos traducir este término a lo que los poetas y filósofos occidentales han llamado "raison d'être": una razón para vivir, para existir, esto es el ikigai.

Una filosofía de vida positiva y proactiva que nos lleva a mirar profundamente dentro de nosotros mismos para conocernos, comprendernos y descubrir lo que queremos, en qué somos realmente buenos y qué nos hace felices.

Recientemente, hablamos sobre el YOLO, el enfoque de "solo se vive una vez", que sugiere reinventarse, especialmente a nivel profesional, para estar más satisfechos. El Ikigai parte de un supuesto similar: si nuestra vida es corta, una pequeña fracción del tiempo de la Tierra, y difícilmente dejaremos una huella indeleble en la memoria colectiva, entonces vale la pena dedicarse a algo que nos haga felices. ¿El objetivo? Ser serenos, satisfechos, completos, pero no en un sentido egoísta, sino también ser mejores con nosotros mismos y con los demás.

Porque un individuo que ha encontrado su ikigai, que persigue sus objetivos y los logra, será resuelto, satisfecho y, por lo tanto, más inclinado al bien que al mal.

¡Y hoy más que nunca, la salud mental es un tema crucial!

Las 4 Preguntas Clave del Ikigai

El término es una contracción de dos palabras japonesas: "ikiru", que significa "vida", y "kai", que significa "la realización de las esperanzas".

Pero no es fácil comprender cómo realizar esperanzas y expectativas con respecto a la vida de uno, ¿verdad? Sin embargo, hay 4 preguntas fundamentales que pueden guiar las elecciones y un mayor conocimiento de uno mismo.

  1. ¿Qué amas realmente? ¿Cuál es tu pasión, la actividad que es el núcleo de tu existencia, tu motivación?

  2. ¿En qué eres bueno? Necesitas llegar a un acuerdo contigo mismo, entender para qué estás capacitado, tu talento o vocación. La respuesta a la primera pregunta, para definir un camino alcanzable y satisfactorio, debe estar al menos en parte relacionada con la pregunta 2 para evitar imposibilidades y frustraciones. Pasión y talento, lamentablemente, no siempre coinciden: piensa en querer ser cantante pero ser terriblemente desafinado... no es imposible mejorar, pero el esfuerzo será inmenso.

  3. ¿Qué quiere el mundo de ti? No estamos solos, y a menudo nuestra voluntad de autodeterminarnos choca con las necesidades de las personas que nos rodean. O, esta pregunta también puede interpretarse como: ¿cómo puedo canalizar mi talento natural en algo útil para la comunidad en la que vivo, en una misión?

  4. ¿Cómo puedes ganarte la vida? Lamentablemente, al igual que la pasión y el talento no siempre coinciden, el trabajo real que nos encontramos haciendo no siempre está realmente en nuestras capacidades. Piensa en todos los grandes artistas que se encontraron, al menos en la primera parte de sus vidas, haciendo trabajos completamente diferentes y más "manuales" solo para... pagar el alquiler.

Responder sinceramente y claramente a estas 4 preguntas puede proporcionar una imagen general útil. Cuanto más se superpongan las 4 respuestas, mayor será la posibilidad de ser personas realizadas y felices.

Cómo aplicar la filosofía japonesa del ikigai en tu vida

Pero, ¿qué hacer si, en cambio, la pasión, la vocación, la misión y la profesión real son divergentes? Por supuesto, no es nada fácil.

Hay muchas personas con grandes talentos en varios campos que, por razones económicas o sociales, no pudieron estudiar la materia que amaban o dedicarse a su trabajo preferido.

O hay personas exitosas que, sin embargo, se sienten en falta porque no están dando nada al mundo que los rodea.

¿Cómo lograr estar más satisfecho con tu existencia?

El ikigai es el arte de encontrar un denominador común entre esos 4 elementos, pero nuestra vida también puede estar compuesta por diferentes partes.

Por ejemplo, si amas tu trabajo pero sientes que no estás haciendo nada bueno para la comunidad, ¿por qué no dedicar tu tiempo libre al voluntariado?

O, si tu profesión te queda estrecha y solo sirve para pagar las cuentas, puedes desahogar tu verdadero talento en tu tiempo libre: ya sea música, cocina, arte, bricolaje, deportes o cualquier otra actividad, somos libres de afirmarnos incluso fuera del contexto estrictamente laboral.

Fuentes

GreenMe BBC McKinsey


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